Brinkola es la última estación de cercanías y, si hicieran una encuesta a nivel de Gipuzkoa, diríamos que muy pocos la conocerían a pesar de que habrá gente que oirá su nombre unas cuantas veces al día: “Tren de cercanías procedente de Irún con destino a BRINKOLA”

A cualquiera que le guste la fotografía, sobre todo en otoño, tendría que venir aquí. Impresiona. Impresionan los montes, el gigante, el bosque diverso y el agua. Agua que esta por todas partes. Por cierto, el gigante es (Aizkorri)

¿Os imagináis que es tener al coloso todos los días y a todas horas en frente de tu casa?

Para que os hagáis una idea, utiliza maquillaje en todo momento. Te pones a hacer algo y en cuanto te giras, está más hermoso. Tiene un par de nubes ahora mismo, que quitan el hipo. Pero creo que lo sabe, sus faldas atraen a muchos bicicleteros de BTT y senderistas.

El puente de 7 ojos

BRINKOLA además de ser la última estación de cercanías posee un puente de 7 ojos, que no es el puente Eiffel de Ormaiztegi pero destaca en medio de este pequeño barrio por su gran altura y tamaño. Durante mucho tiempo fue uno de los más altos y más largos construidos a nivel estatal.

No es que sean vagos los de Brinkola, ni mucho menos, pero el puente lo construyeron los del pueblo de al lado, los de Oñati, de hecho, esta última estación se llama Brinkola-Oñati. La estación se construyó para dar servicio a los trabajadores y las empresas de Oñati que utilizaban el ferrocarril.

Legazpi, pueblo al que pertenecemos, paso a ser solo un apeadero porque el tren no tenía sitio para maniobrar en el pueblo y es la razón por la que sentimos un poco de “resquemor” a los de Brinkola que fueron los que primero construyeron la estación.

Otra mirada al coloso y vuelve a cambiar de cara otra vez el presumido. Este monte es así, ahora mismo le está rodeando una niebla….

Nieve

Este extraño barrio de Gipuzkoa con nieve pues…. no se puede describir. Es inexplicable. La culpa la tiene el coloso. Parece que cuando se harta de tanta nieve, empieza a soplar y soplar y nos cae todo a nosotros. Aquí cuando nieva, nieva y no poco.

Hoy parece que Brinkola, también tiene visitas. El trayecto que une el Pueblo de Legazpi y el barrio de Brinkola es precioso. Los cuatro kilómetros que los unen a ambos son muy utilizados para el paseo de los Legazpiarras. El parque de Mirandaola, el barrio de Telleriarte y el rio Urola ayudan mucho en este precioso paseo.

Algunos de los paseantes llegan hasta el barrio, otros suben hasta el pantano de Barrendiola, otros toman el camino de Guriditegi.  Este último os lo recomiendo si llegáis hasta aquí.

 Espero que sea pronto!!!